Páginas

domingo, 29 de septiembre de 2013

¿Qué hace de los Estados Unidos la mejor democracia del mundo?


Ultimamente, me he topado con esta pregunta en dos escenas, una de una serie y otra de una película. En el primer episodio de The Newsroom una estudiante universitaria se la pregunta con todo descaro a la megaestrella del noticiario encarnada por Jeff Daniels. En Thank you for smoking (que supongo que se traduciría en España como Gracias por fumar) se la pregunta su hijo de 12 años a su padre, el lobista de la industria tabaquera interpretado por Aaron Eckhart.

En ambos casos, las respuestas de ambos personajes niegan la mayor, es decir, que Estados Unidos sea el mejor país o la mejor democracia del mundo pero tampoco dicen que país ostenta ese privilegio. Hay algo de cinismo en la forma que ambos personajes responden a la pregunta, particularmente en el lobista que cuestiona que se pueda responder a un asunto así en dos folios como había pedido la profesora de su hijo, pero en todo caso uno no tiene la sensación de que a ambos personajes la pregunta les resulte del todo estúpida o carente de sentido.

La idea de que Estados Unidos ha sido o es el mejor país del mundo sigue presente en la psique americana, entre los más progres y también los más conservadores. A los periodistas españoles les gusta mucho entrevistar a estrellas de Hollywood o escritores que llevan la etiqueta de izquierdistas o contestatarios con preguntas relativas al conservadurismo, la religiosidad, la desigualdad de clases, la cultura de las armas, o el poco arte de los americanos para vivir la vida entre otros temas buscando el titular que halague los prejuicios de muchos lectores en España. A veces lo consiguen, a veces no. Pero lo que no van a conseguir es que George Clooney, Richard Ford o Sean Penn, por citar algunos de ellos, es que digan que los Estados Unidos son un fracaso humano, un lugar invivible o una sociedad enferma.

Todos ellos piensan, en su fuero interno, que la pregunta de por qué los Estados Unidos son el mejor país del mundo no carece del todo de sentido.

Aunque por pudor no lo digan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario