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sábado, 3 de octubre de 2015

Actualidad de la eugenesia

Es obvio que en Estados Unidos no se practica la eugenesia hoy día. Sería un contrasentido flagrante en el país que derrotó al nazismo e inventó el concepto de corrección política.

Sin embargo, es curioso el olvido del libro de Madison Grant titulado La caída de la gran raza y otros que en su tiempo aducían argumentos eugenésicos para limitar las cuotas de inmigrantes no nórdicos en tierras norteamericanas. No hace un siglo de ello. Todo el mundo habla de Mi lucha de Hitler para condenarlo, pero no de estos otros libros perpetrados por nativos norteamericanos.

Y, sin embargo, hay algo todavía en el ambiente norteamericano que retrotrae al pasado eugenésico. Un no se qué por el cual se tolera menos la exposición pública de los defectos físicos que en otras latitudes.

No es sólo que no haya un solo actor bueno o malo que no haya pasado por el gimnasio y luzca un six pack en mayor o menor medida en las escenas de cama. O que haya una preocupación quizás algo desproporcionada por la dentadura a la que se le ha dado siempre una importancia mucho mayor que en Europa. Más importante es la intolerancia hacia aquellos que no son capaces de sacar adelante sus propios asuntos por sí mismos, a los que de alguna manera se hace responsable de su desgracia, de haber perdido el trabajo o sufrir alguna enfermedad por no cuidarse. No es eugenesia propiamente dicha, pero se le parece algo.

Se percibe un orgullo difuso, confirmado por el ambiente, entre los actuales descendientes de nórdicos o noreuropeos que no se ve tanto entre los descendientes de otras etnias. De hecho se ha producido mucha cine y serie de televisión sobre inmigrantes europeos, pero muy poco, casi nada en comparación, sobre inmigrantes venidos de México o de otras zonas del mundo. No se ha construido un mito sobre ello.

Las apariencias no engañan. En Estados Unidos se ve mucha menos gente en la vida corriente que sufra discapacidades de lo que las propias estadísticas indican. ¿Donde está la gente que sufre síndrome de Down o son invidentes? Hay algo desolador en la imagen algo habitual de los ancianos solos en silla de ruedas de propulsión eléctrica yendo por una acera solitaria al borde de una autopista.


Estados Unidos es el país de las grandes fundaciones y organizaciones no lucrativas, mantiene la idea de que dar al que lo necesita es opcional y eso es lo que hace grande al gesto pero un poco más de solidaridad impuesta y aceptación de que a la especial humana también la definen las limitaciones físicas de tdo tipo.

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