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miércoles, 6 de abril de 2016

Estereotipos immortales

Dicen que el nationalismo se cura viajando, pero todos sabemos que no es cierto, si acaso al contrario a menudo.

A la gente sigue gustándole cultivar y apreciar las diferencias, más cuanto menores éstas sean. Viajar no ayuda mucho. Mucha gente que ha estado en España sigue creyendo que siempre hace calor, que se come de tapas, que se va mucho a misa o que los toros son tan importantes como el fútbol.

No hablo de la prensa, que por muy prestigiosa, que sea no deja que la realidad le fastidie una buena historia (para ellos, claro).

Para botón de muestra, la sorna con que ha sido recibida la propuesta de los políticos para cambiar horarios.

http://politica.elpais.com/politica/2016/04/05/actualidad/1459863488_781044.html

Quizás, en lo único que España es diferente sea en la potencia de los estereotipos, los cuáles vuelven a poner de manifiesto por enésima vez las limitaciones y tendencias a la simplificación de los seres humanos. Perded toda la esperanza.


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