Recientemente una de mis colegas más apreciadas, cuya oficina se encuentra enfrente de la mía, me hizo una pregunta que me dejó un poco desconcertado. ¿Es verdad que el ritmo de vida en España es más lento? No es la primera vez, por supuesto, que me hacen una pregunta de estas características con la carga connotativa que contiene. Curiosamente a mi siempre me ha parecido que el ritmo de vida en Ellensburg y en la universidad en general es sorprendentemente lento (cosa que por otro lado me agrada). No me imagino la misma pregunta hecha a un francés o un alemán. Lo que me sorprendió es que me la hiciera esta buena amiga siempre tan crítica con el etnocentrismo norteamericano.
La preocupación por la imagen que proyecta España y lo español en el mundo es algo que los españoles llevamos tatuado desde que venimos al mundo. Es la típica pregunta que mis amigos o familiares españoles con poca experiencia internacional hacen a mis amigos americanos o a mi mujer cuando les conocen por primera vez. Las respuestas, por suaves o humorísticas que sean, siempre provocan un asomo de decepción en los carpetovetónicos. Los estudios acerca de este tema son múltiples y recurrentes. En los últimos años el más completo fue el realizado por el Real Instituto Elcano en 2008 que resaltaba la fortaleza de los estereotipos tradicionales como el sol, los toros y el flamenco. En este estudio España era percibida como una economía no muy fuerte y sin marcas conocidas.
En todo caso, como siempre las encuestas desvirtúan la realidad. Más allá de las opiniones inducidas que generan sobre temas acerca de los cuáles el individuo no tiene en realidad opinión alguna, el americano medio no piensa en España y, por tanto, no tiene apenas opinión sobre las cosas que afectan o están relacionadas con nuestro país. Un dato ilustrativo. Siendo como es España uno de los países líderes en turismo y Estados Unidos la primera economía mundial con más de 300 millones de habitantes, sólamente unos 700.000 americanos visitan España anualmente. En función de con quien uno hable, pesará más la dimensión hispana o europea de España, pero lo que sobre todo predomina es el desconocimiento y la indiferencia.
¿Cómo son los americanos? ¿Son tan simples como dicen algunos? ¿Les conocemos tan bien como creemos gracias a las noticias y las películas? ¿En qué se diferencian de los españoles? En American Psique, César García responde a éstas y otras preguntas a través de un análisis pormenorizado de los elementos que conforman la psicología de los habitantes de los Estados Unidos en el siglo XXI.
miércoles, 8 de junio de 2011
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