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martes, 19 de julio de 2011

Temperamento

Edward Sapir y Benjamin Whorf crearon la teoría del determinismo linguistico de acuerdo a la cual nuestra mente se modela de acuerdo al lenguaje que hablamos y al significado de las palabras que se asigna en una determinada cultura. Años más tarde matizarían las conclusiones de su teoría que pasaría a llamarse del relativismo linguistico según la cual el individuo podría cambiar su manera de pensar si, por ejemplo, aprendía otro idioma o vivía en otra cultura.

En cualquier caso, como he pretendido poner de manifiesto en American psique, hay que prestar atención al significado de las palabras para entender otras culturas. Uno de los ejemplos que más me llaman la atención es el uso que la psique americana hace de la palabra temperamento o temper. La expresión “to have temper” no equivaldría a la española “tener temperamento” o “tener carácter”, es de hecho una expresión condenatoria empleada para referirse a aquellas personas incapaces de controlar sus impulsos en público, aquellos individuos excesivamente irascibles o sanguineos. Qué diferente de la expresión española tener carácter o temperamento, la cual incluso considera que un punto de mala leche contiene un rasgo de grandeza. Me vienen por ejemplo a la cabeza los numerosos incidentes de personalidades como Fernando Fernán-Gómez o Francisco Umbral con periodistas, los cuáles, si cabe, aumentaban su leyenda a la luz pública.

En cambio, aquel individuo incapaz de dominar sus impulsos carece de futuro en cualquier faceta de la vida pública americana. El antídoto es siempre el mismo, cultivar el sentido del humor en cualquier comparecencia pública por muy inauténtico que nos pueda parecer.

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