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jueves, 21 de julio de 2011

Dios

Hace poco, pasando el fin de semana en la Sierra de Gredos, mi amigo Juan me hablaba del caso de una lectora de su blog de crítica de libros (http://www.desdelaperplejidad.com) que le había confesado, no sin cierto pudor, que la razón por la que le interesaba un nuevo libro del filósofo alemán Jurgen Habermas sobre religión es que era catequista. Una verguenza y un estigma muy comunes en España donde el racionalismo agnóstico, nueva seña de europeidad en las últimas tres décadas, se presupone en cualquier persona con dos dedos de frente.

En contraste, la psique americana es la única psique del mundo occidental capaz de reconciliar dos imposibles: la creencia en Dios y la modernidad. No deja de resultar paradójico que sea el país de la ciencia y la tecnología aquel más religioso del mundo occidental. En Ellensburg forma parte de la vida cotidiana que los cristianos baptistas rezen en público en cualquier de los parques de la ciudad, que al entrar en el comedor de Central Washington University en algunas mesas ocupadas por jóvenes estudiantes se bendiga la mesa e incluso encontrarse full professors de ciencia económica o literatura inglesa asistiendo a un servicio dominical con toda su familia. Todo ello a poco más de una hora en coche de Seattle, sede de Microsoft y Amazon.com, y una de las ciudades más high-tech del mundo.

2 comentarios:

  1. Muy interesante, pero quiero más. Espero que esto solo sea un leve esbozo y que ahondes en el tema. =)) Un fuerte abrazo.

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  2. Gracias, Juan. Tengo en cuenta tu interés en el tema que, por cierto, es también uno de los que a mi más me interesan no sólo de la psique americana pero en general.

    Un abrazo,

    César

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