Después de quince años de conocimiento, una de las cosas que más sigue llamando la atención de mis padres acerca de Jennifer, mi mujer, es la cantidad de veces que dice la palabra gracias en la mesa. Por rellenarle la copa de vino, por echarle mas verdura en el plato, por cocinar tal o cual cosa. Aunque desde el principio mis padres se lo tomaron con cierta retranca, lo cierto es que ella no ha variado ni un ápice su costumbre de dar las gracias por cosas que aquí consideramos nimias.
Y es que tantas gracias o “excuse me” a los españoles nos resulta, por regla general, cuando menos cursi, empalagoso o innecesario. Sin embargo, la idea de crear un sentimiento de buena voluntad en nuestro acompañante o interlocutor está permanentemente presente en la vida americana. Resulta, por ejemplo, muy frecuente que la gente te desee que tengas un buen día cuando se despide de ti o que te manden un e-mail simplemente para darte las gracias por enviar un documento u ofrecer una información, algo que raramente me sucede cuando mi destinatario es español. No es ciertamente casualidad que el unico sitio en España donde escucho el “que tengas un buen dia”, que después de todo suena tan poco natural en nuestro idioma, sea cuando voy a Starbucks fruto con toda seguridad de una imposición de las politicas de servicio al cliente tan estandarizadas en Norteamérica.
Los españoles estamos ciertamente habituados a cierta rudeza en las relaciones personales, no en vano es una de las pocas lenguas donde al ser amado no se le dice te amo, sino un te quiero que en cierto modo evoca una relación de pertenencia. Sigo, no obstante, pensando que no dar tanto las gracias o pedir perdón tiene sus ventajas ya que el uso abundante de determinadas palabras acaba inevitablemente por borrar o erosionar su significado. Algo con lo que por supuesto no estaría demasiado de acuerdo Gary Vaynerchuk, fundador de winelibrary.com, que es el site de venta de vinos en internet más importante de Estados Unidos. En su libro The thank you economy, Vaynerchuk expone como uno de los secretos para tener éxito personal o profesional hoy día es la energía y el tiempo que invirtamos en dar las gracias a nuestros clientes, proveedores, empleados o amigos. Segun él, las compañías de éxito en el futuro serán aquellas percibidas por sus públicos como aquellas que más se hayan esforzado en hacer favores a sus clientes y en agradecerles su confianza. Para Vaynerchuk, el uso de internet y sobre todo de las redes sociales se antoja decisivo por su capacidad para desarrollar relaciones personales que en cierto modo retrotraen a como eran las relaciones que tenían las pequeñas tiendas de ciudad pequeña o barrio con sus clientes hasta más o menos los años 40. Otra forma de ver lo que dice Vaynerchuk, mas crítica, es que todos deberemos transformarnos en unos pelotas interesados para tener éxito, lo cual después de todo lleva siendo cierto en alguna medida desde que el mundo es mundo. Pero los americanos no lo ven así, ellos de verdad si que creen que good things happen to good people.
¿Cómo son los americanos? ¿Son tan simples como dicen algunos? ¿Les conocemos tan bien como creemos gracias a las noticias y las películas? ¿En qué se diferencian de los españoles? En American Psique, César García responde a éstas y otras preguntas a través de un análisis pormenorizado de los elementos que conforman la psicología de los habitantes de los Estados Unidos en el siglo XXI.
lunes, 14 de noviembre de 2011
Gracias
Etiquetas:
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Me ha gustado mucho tu comentario porque a mí me pasa con mi mujer. Los dos somos españoles pero mi mujer da las gracias por todo y ha educado a sus hijos para que también lo hagan y en mi familia les sorprende que alguno de mis hijos den las gracias en la mesa por pedir algo. Por lo que ves también hay españoles que dan las gracias por todo.
ResponderEliminarSaludos
Me alegra que sea asi. Siempre he pensado que hay rasgos que las personas de cualquier colectivo pueden cambiar aunque vayan en contra de la tradicional forma de ser o de estar. No hay nada que impida que los espanoles seamos a veces menos rudos al relacionarnos o que los horarios sean distintos.
ResponderEliminarUn saludo,
Cesar
Tu artículo me recuerda algo que siempre debo recordar a los alemanes cuando me preguntan acerca de como deben pedir un vino o una cerveza en un bar cuando vienen a España y yo les digo "ponme un vino" o "ponme una caña" es suficiente; ellos responden "¿no es necesario decir, por favor?"; y yo siempre les digo es opcional pero un Español pocas veces lo dice en esas circunstancias.
ResponderEliminarSi, quizas los espanoles seamos la excepcion cuando de dar las gracias se trata. Simplemente no nos sale de dentro. A pesar de predicarlo, yo no me he americanizado tanto como para dar tanto las gracias como se hace en otras culturas. Somos algo rudos en las formas, que le vamos a hacer, y creo que hay algo de autenticidad en hacer algo por alguien y no esperar que te den las gracias.
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