Una interesante reflexión acerca de como los españoles nos inventamos un segundo idioma para poder pronunciar nombres y conceptos de la cultura popular norteamericana
http://www.huffingtonpost.es/juan-cabrera/de-burlan-caster
a-apel_b_4143394.html?utm_hp_ref=spain
¿Cómo son los americanos? ¿Son tan simples como dicen algunos? ¿Les conocemos tan bien como creemos gracias a las noticias y las películas? ¿En qué se diferencian de los españoles? En American Psique, César García responde a éstas y otras preguntas a través de un análisis pormenorizado de los elementos que conforman la psicología de los habitantes de los Estados Unidos en el siglo XXI.
lunes, 28 de octubre de 2013
Diferentes reacciones sobre los resultados del PISA para adultos a ambos lados del Atlántico
España ha sido junto con Italia el país que peores resultados ha obtenido en el llamado informe PISA para adultos
que compara las competencias de la población adulta en comprensión
lectora y matemáticas. Si bien los medios de comunicación españoles han
cumplido su función de denunciar la calamitosa situación de la educación
en nuestro país, nuestros políticos y parte de las otrora llamadas
élites no han estado a la altura, como siempre más preocupados por
cuestiones partidistas que por resolver los problemas.
Los del PP culpan a la LOGSE de todos los males aunque hayan gobernado en muchas comunidades autónomas que son las que tienen las competencias en educación. Por otro lado, aquellos que estuvieron implicados en la aprobación de tal ley dicen que los resultados son muy positivos, que deberíamos estar satisfechos con ser los penúltimos de 23 países o que los universitarios españoles tengan las mismas destrezas que los bachilleres de Japón o los Países Bajos. La misma filosofía que reivindicaba "la dignidad del cinco" o los valores en la zona media de la tabla que en muchos países se identifican con la mediocridad.
Me ha llamado la atención la diferencia en las reacciones de los políticos norteamericanos donde nadie ha culpado a nadie de los malos resultados, aunque algo mejores que los españoles, o que, por ejemplo, el despacho de Associated Press utilizara el hecho de que los resultados sean casi tan malos como los de España e Italia para enfatizar el fracaso.
Pero es casi peor lo que no se lee en estos resultados. En particular, la estrecha correlación entre el nivel educativo y el trabajo de los padres y el nivel de destreza de los hijos. Es verdad que España no llega a los niveles de Estados Unidos en estos dos conceptos pero no sale bien parada y está por encima de la media del resto de países de la OCDE.
No es sólo que el factor educativo sea determinante para el progreso de clase, sino que el propio origen de clase de los padres es también determinante para la consecución de logros educativos por parte de los hijos. O como dice en la parte 4 titulada Educación e integración social del informe España 2012. Una interpretación de su realidad social de la Fundación Encuentro, que "el sistema educativo funciona en España como un filtro jerarquizador que predice con eficacia el posterior enclasamiento en función de los rendimientos y del apoyo familiar".
A este factor habría que añadirle la circunstancia de que, también según dicho informe, aquellos con un capital social superior, es decir, con más y mejores relaciones personales, sacan mayor provecho a las titulaciones y que la devaluación de las titulaciones superiores afecta más a aquellos procedentes de clases más bajas.
No sólo es que en España un hijo de un directivo o un profesional tiene muchas más posibilidades de lograr una titulación superior, sino que una vez alcanzada en igualdad de condiciones, le saca mucho mayor rendimiento profesional y monetario.
Y las consecuencias de ello no son sólo económicas. En poblaciones donde existe una amplia base de personas con una educación deficiente o que trabaja en sectores de baja productividad (como por ejemplo son la agricultura, la construcción o el turismo) la sociedad civil es también más débil. Los que se encuentran abajo carecen de vías para ascender y los ciudadanos se implican menos en el funcionamiento del sistema democrático (por ejemplo poca gente se asocia o realiza actividades de voluntariado).
No es sólo que el origen de clase tienda a reproducirse sino que la gente se desmoviliza para alcanzar otras metas colectivas que cada día son más necesarias y sólo busca la resolución individual de sus problemas.
Los del PP culpan a la LOGSE de todos los males aunque hayan gobernado en muchas comunidades autónomas que son las que tienen las competencias en educación. Por otro lado, aquellos que estuvieron implicados en la aprobación de tal ley dicen que los resultados son muy positivos, que deberíamos estar satisfechos con ser los penúltimos de 23 países o que los universitarios españoles tengan las mismas destrezas que los bachilleres de Japón o los Países Bajos. La misma filosofía que reivindicaba "la dignidad del cinco" o los valores en la zona media de la tabla que en muchos países se identifican con la mediocridad.
Me ha llamado la atención la diferencia en las reacciones de los políticos norteamericanos donde nadie ha culpado a nadie de los malos resultados, aunque algo mejores que los españoles, o que, por ejemplo, el despacho de Associated Press utilizara el hecho de que los resultados sean casi tan malos como los de España e Italia para enfatizar el fracaso.
Pero es casi peor lo que no se lee en estos resultados. En particular, la estrecha correlación entre el nivel educativo y el trabajo de los padres y el nivel de destreza de los hijos. Es verdad que España no llega a los niveles de Estados Unidos en estos dos conceptos pero no sale bien parada y está por encima de la media del resto de países de la OCDE.
No es sólo que el factor educativo sea determinante para el progreso de clase, sino que el propio origen de clase de los padres es también determinante para la consecución de logros educativos por parte de los hijos. O como dice en la parte 4 titulada Educación e integración social del informe España 2012. Una interpretación de su realidad social de la Fundación Encuentro, que "el sistema educativo funciona en España como un filtro jerarquizador que predice con eficacia el posterior enclasamiento en función de los rendimientos y del apoyo familiar".
A este factor habría que añadirle la circunstancia de que, también según dicho informe, aquellos con un capital social superior, es decir, con más y mejores relaciones personales, sacan mayor provecho a las titulaciones y que la devaluación de las titulaciones superiores afecta más a aquellos procedentes de clases más bajas.
No sólo es que en España un hijo de un directivo o un profesional tiene muchas más posibilidades de lograr una titulación superior, sino que una vez alcanzada en igualdad de condiciones, le saca mucho mayor rendimiento profesional y monetario.
Y las consecuencias de ello no son sólo económicas. En poblaciones donde existe una amplia base de personas con una educación deficiente o que trabaja en sectores de baja productividad (como por ejemplo son la agricultura, la construcción o el turismo) la sociedad civil es también más débil. Los que se encuentran abajo carecen de vías para ascender y los ciudadanos se implican menos en el funcionamiento del sistema democrático (por ejemplo poca gente se asocia o realiza actividades de voluntariado).
No es sólo que el origen de clase tienda a reproducirse sino que la gente se desmoviliza para alcanzar otras metas colectivas que cada día son más necesarias y sólo busca la resolución individual de sus problemas.
jueves, 17 de octubre de 2013
¿Es América darwinista?
Identificamos
darwinismo, la idea por la cual la evolución de las especies se produce por
selección natural de los individuos y se perpetúa con la herencia, más con las
sociedades anglosajonas. Y hay una cierta parte de razón, ya que es en estas
sociedades en las que se pone más énfasis en la responsabilidad individual y se
distingue menos entre los que pueden o no salir adelante con sus propios
recursos.
Las
sociedades más socialdemócratas, o las que aspiran a serlo como la nuestra, se
vanaglorian de que el estado protector les salvaguarda de la ley del más fuerte
que suele identificarse como el libre mercado puro y duro. A mayor regulación,
mayor protección, sería la consigna.
La
realidad es, sin embargo, un poco más poliédrica cuando uno se topa con la
realidad del mundo de trabajo. A pocos de los que han trabajado en mercados
foráneos del mundo desarrollado se les escapa la dureza del mundo del trabajo
en España. Y no me refiero sólo a los aspectos más obvios como precariedad contractual,
bajos salarios, jornadas interminables, horarios infames de jornada partida o
la escasez de trabajo de calidad. Me refiero a las relaciones humanas, las
condiciones en que se desarrolla el trabajo del día a día donde se ponen de
manifiesto las diferencias sociales y de estatus.
Estoy
hablando de las oficinas en las que los empleados senior bajan a comerse el
menú del día con sus ticket restaurant mientras que los becarios y los junior,
que suelen ser la mayoría, se quedan en la oficina comiendo de tupper. Estoy
pensando en aquellas que no dejan asistir a las reuniones importantes al
trabajador en prácticas que se ha estado comiendo el marrón durante semanas y
ha hecho todo el trabajo de carpintería. A esas incontables empresas en que
becarios que trabajan por la voluntad, a los que se les obliga a vestir de
traje y corbata aunque apenas les paguen, se hacinan en cubículos y sacan
adelante múltiples tareas mientras que los jefes se refugian en sus peceras
donde disponen de ordenadores más rápidos y mejores, sillas con respaldos más
altos y mesas más grandes. Estoy recordando esas corporaciones en las que los
empleados de menos rango se quedan dos horas diarias trabajando gratis sin
tener la certeza de que su contrato será renovado. De esos entrañables lugares
en los que a las tres de la tarde se escucha el ruido ensordecedor de las
bolsas de papel reciclado de Calvin Klein, Purificación García y Tommy Hilfiger,
lugares por donde sus jefes, algunos de los cuáles todavía dicen estar a la
izquierda del Partido Comunista, se han dejado caer a la hora de la siesta.
En
España, el estatuto de los trabajadores, las negociaciones colectivas y la
protección social son la prueba más palpable de que el papel lo aguanta todo.
El mejor modo de proteger al trabajador no es la ley si esta es papel mojado,
sino otro sitio a donde escapar, otro trabajo a donde largarse.
Contra
lo que suele decirse, en España se respeta, se adora el trabajo (o quizás sea
mejor decir el puesto de trabajo). Los españoles mostramos una actitud timorata, cobarde en el puesto de trabajo,
ante la dificultad de ganarlo y el miedo de perderlo. Una mirada, un comentario
de un superior jerárquico para el mundo de muchos. Hay muchas más palabras en
castellano que en inglés para designar al chupatintas, al pelota, al lameculos,
al que se agarra al sueldo y al puesto como una lapa.
Convendría repensar
que se entiende por sociedades darwinistas.
martes, 15 de octubre de 2013
Activismo "nerdy"
Un video impresionante sobre la también impresionante desigualdad en distribución de la riqueza en los Estados Unidos:
http://www.upworthy.com/ 9-out-of-10-americans-are-compl etely-wrong-about-this-mind-bl owing-fact-2?g=6
http://www.upworthy.com/
El vídeo, y esto es algo que apreciamos particularmente los que no somos americanos, es un ejemplo de activismo educado, de buen gusto, bien documentado, sofisticado, nerdy, algo que no siempre se da en otros sitios.
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jueves, 3 de octubre de 2013
Carta abierta a Benja Serra
Mi último post en El Huffington Post invita a emigrar sin complejos a los jóvenes titulados y a no creer en cantos de sirena. El destinatario de la carta no es ficticio, es un hombre llamado Benja Serra cuyo twit desesperanzado ha recorrido España entera. A mí personalmente me conmovió porque have bastantes años estuve en circunstancias parecidas.
Estados Unidos es un destino mucho mejor que Londres o Gran Bretaña, salvo por una desventaja importante que es el permiso de trabajo.
La solución es realizar estudios de postgrado en este país, lo cual te da derecho a trabajar durante un año después a su finalización y quizás la posibilidad de obtener un visado de trabajo. Algo, desafortunadamente, no al alcance de todo el mundo por la inversión que conlleva.
http://www.huffingtonpost.es/cesar-garcia/carta-abierta-a-benja-ser_b_4013637.html
Estados Unidos es un destino mucho mejor que Londres o Gran Bretaña, salvo por una desventaja importante que es el permiso de trabajo.
La solución es realizar estudios de postgrado en este país, lo cual te da derecho a trabajar durante un año después a su finalización y quizás la posibilidad de obtener un visado de trabajo. Algo, desafortunadamente, no al alcance de todo el mundo por la inversión que conlleva.
http://www.huffingtonpost.es/cesar-garcia/carta-abierta-a-benja-ser_b_4013637.html
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