Hace una semana Pew Research Center anunciaba los
resultados de un estudio según el cual por primera vez en la historia vivir con los padres era la situación más común de los jóvenes americanos de entre 18 y 34 años. El diecinueve por ciento de los más mayores, aquellos que se
encuentran entre los 25 y 34 años, también viviría con sus progenitores.
Es la proporción más alta de jóvenes que viven en esta
situación desde que se tiene noticia. Concretamente, un tercio de todos ellos,
lo que supone una proporción mayor que los que viven con sus esposas o parejas.
¿Qué está pasando? Hay preocupación. Cuando la gente vive en su
casa no se compra o alquila otras casas. No necesita neveras, sofás o máquinas
cortadoras de césped.
Los precios de las casas están volviendo a subir no
tanto porque haya demasiada demanda como porque hay muy poca oferta y no se han
construido casas nuevas.
Todo ello sucede en un ambiente de cierto bienestar económico
con una tasa de desempleo inferior al 5 por ciento.
Nadie tiene una respuesta concluyente a lo que está
pasando pero esta no pasa por decir que la sociedad americana se esté
italianizando o españolizando. De hecho, las familias norteamericanas no son
precisamente un ejemplo de solidez. No, el deseo de independencia y autonomía de los
jóvenes en Norteamérica es intenso ya que son educados para sentirse los
capitanes de su propio barco.
Hay varias hipótesis. La gente se casa más tarde y los
solteros actuales prefieren estar en casa por una cuestión de comodidad, eso
que tanta gracia nos hace de “la mesa puesta” a que se refiere Jose Mota en su
programa.
Se publica mucha literatura estos días acerca de la
cultural del “hook up” de los millennial Americanos acostumbrados a relaciones
sexuales puntuales sin demasiado componente afectivo. Hay incluso libros que
hablan de que el concepto de tener novio o novia está obsoleto entre los
miembros de una cierta generación.
Tampoco puede dejarse de lado que la vida se ha
encarecido extraordinariamente en las grandes áreas metropolitanas donde los
alquileres no bajan de los 2.000 dólares por un apartamento pequeño mientras
que los salarios de entrada para muchos recién graduados son de 30.000 al año
antes de impuestos. Otros muchos tienen préstamos universitarios que pagar de
50 o 60 mil dólares o están trabajando en prácticas sin percibir salario o por 10 dólares la
hora.
En suma, que vivir con los padres hasta edades
avanzadas empieza a ser en Estados Unidos también un asunto de clase como
tantos otros del que se encuentran a salvo aquellos que viven en los super ZIP,
esos códigos postales concentrados mayormente en las costas en los que vive la
clase media-alta o muy alta y en los que viven mucho de los jóvenes que acuden
a las universidades de élite.
Y todo ello sucede, se ponga Trump como se ponga, en
uno de los momentos en que la hegemonía corporativa y cultural de Estados
Unidos es mayor.
América sigue siendo grande pero hay cosas en las que
empieza a parecerse a los países considerados pequeños.
Buenos días a todos ustedes mi nombre es Christopher Miles, soy de EE.UU., Texas, soy muy feliz como estoy escribiendo el testimonio de cómo conseguí mi préstamo de esta prestamista de préstamo, creo que Dios tiene un plan para mí, después de que se ha estafado de mi dinero por muchos de los llamados prestamistas de préstamos, que estaba engañado y casi pensado en tomar mi vida, pero Dios tiene un propósito para mí, si desea obtener un préstamo de cualquier empresa que tiene que elegir Mike Johnson firma, cuando se inició primero con él, pensé que era como los demás, y para mi mayor sorpresa que me dieron el préstamo de $ 69,000.00 en mi cuenta y que era la cantidad exacta que solicitó en su compañía, y que se siente que hay hay esperanza para ti? es una mentira, porque si usted está interesado en obtener cualquier tipo de préstamo, puede ponerse en contacto con él a través de correo electrónico, su correo electrónico es: mikejohnsonfirm@yahoo.com, Dios los bendiga como él me bendijo con el Sr. Mike Johnson por conseguir mi préstamo después de la caída sido en manos de las estafas.
ResponderEliminarGracias.
Christopher Miles.