La delicada forma que tienen de tratarse unos a otros, en las que el tono imperativo y la reprimenda siempre parecen estar ausentes aunque los errores sean obvios, también parece haber sido concebida para no erosionar la confianza de los demás que es el bien más preciado. La excesiva franqueza o la negatividad resultan de mal gusto y son siempre sustituidas por sugerencias en positivo que hacen presumir que el individuo hará las cosas bien en un futuro.
La experiencia universitaria es en buena parte el producto de la toma de decisiones acerca de multiples aspectos. Qué clases tomar y en cuantos trimestres o semestres acabar los estudios, la cantidad a endeudarse, a qué asociaciones pertenecer, en qué asociaciones presentarse como candidato para tener una responsabilidad ejecutiva, escribir o no para el periódico de la escuela, realizar labores de voluntariado, etc… Haber leído Tristam Shandy puede considerarse un rasgo de relativa clase pero nunca tanto como crear una startup company.